El Telescopio Espacial Hubble ha permitido a la humanidad explorar el cosmos con una precisión sin precedentes desde su lanzamiento en 1990. Sin embargo, recientemente, uno de los giroscopios del Hubble ha dejado de funcionar, un suceso que afecta directamente su capacidad para orientarse y realizar observaciones de alta precisión.
El Hubble ha sido fundamental para descubrir y confirmar aspectos claves del universo, desde la existencia de agujeros negros hasta la aceleración de la expansión cósmica. Su capacidad para captar imágenes en alta resolución, sin las distorsiones causadas por la atmósfera terrestre, ha revolucionado la forma en que entendemos el espacio.
A lo largo de más de tres décadas, el telescopio ha superado diversas dificultades técnicas. En 1993, por ejemplo, se realizó una misión de servicio para corregir un defecto en su espejo principal. Ahora, el Hubble enfrenta un nuevo desafío: la falla de uno de sus giroscopios, un dispositivo crítico para su funcionamiento.
Un giroscopio es un dispositivo que se utiliza para medir y mantener la orientación de un objeto. Este se basa en un principio fundamental de la física: «La conservación del momento angular»a. El momento angular es una magnitud que depende de la masa, la velocidad de rotación y la distribución de la masa en un objeto que gira. Para un objeto que rota (cantidad de fuerza), dicho momento se mantiene constante en ausencia de torque externo.Los giroscopios más simples están formados por un rotor (una rueda o disco) que gira rápidamente alrededor de un eje. Al hacerlo, el rotor genera un momento angular, lo que permite que el eje de rotación permanezca en la misma dirección a pesar de los movimientos del objeto en el que está instalado. En sistemas más avanzados, como los que usa el Hubble, los giroscopios utilizan sensores y tecnología electrónica para proporcionar datos extremadamente precisos sobre la orientación.
El Hubble usa tres giroscopios a la vez para lograr la máxima precisión en la orientación. Tiene otros tres funcionan como respaldo, y con el paso del tiempo, varios de ellos han fallado. Cuando un giroscopio falla, como en el caso reciente, el telescopio sigue siendo funcional, pero con una capacidad limitada. Esto es porque su capacidad para mantenerse alineado con precisión en tres dimensiones se ve afectada. Aunque el Hubble puede operar con tan solo dos o incluso un solo giroscopio, esta situación no es ideal, ya que la precisión en las observaciones disminuye.
La pérdida de un giroscopio es una situación preocupante para el equipo encargado del mantenimiento y operación del Hubble, ya que limita su funcionalidad y acorta su vida útil. En el pasado, se ha cambiado el modo de operación del Hubble para continuar trabajando con menos giroscopios, y aún hay unidades de respaldo disponibles. Una de las opciones que barajan los ingenieros es pasar el telescopio a un modo de «operación de un solo giroscopio», un protocolo que se ha probado previamente y que puede extender la vida operativa del Hubble por varios años más, aunque con ciertas restricciones en su capacidad de apuntar con precisión a objetos muy distantes o pequeños. La falla de un giroscopio en el Telescopio Espacial Hubble es un recordatorio de que incluso las maravillas tecnológicas más avanzadas están sujetas al desgaste y a la necesidad de mantenimiento. A pesar de este contratiempo, el Hubble sigue siendo uno de los instrumentos más valiosos para la astronomía.