La familia Becquerel, es una saga que ha realizado aportaciones a la ciencia durante más de 100 años destacando sobre todo en la rama de la física. El científico que dió comienzo a esta saga, fue Antoine César(1788), un pionero del estudio de la luminiscencia (propiedad que tienen algunos cuerpos de emitir luz sin elevación de temperatura) y con un gran reconocimiento por la comunidad científica. El hijo de Antonie, Alexandre (1820) destacó en el campo de la óptica y electromagnetismo, descubriendo en el año 1838 el efecto fotovoltaico (hoy en día utilizado para la creación de paneles solares).
El más destacado de esta dinastía fue Henri (1852) que alcanzó el premio Nobel de Física en 1903 compartido con el matrimonio Curie. Descubrió la radioactividad, y realizó grandes investigaciones en óptica y polarización electromagnética. La magnitud en la que se mide la radiactividad es el Becquerelio en homenaje a Henri.
Por último, Jean (1878) cierra la saga de grandes científicos de la familia Becquerel. Hizo grandes investigaciones en el campo de la óptica y el magnetismo. Descubrió la rotación del plano de polarización que produce el campo magnético. Si nos fijamos, casi todos se dedicaban a la óptica casualmente.
Esta dinastía es un caso inusual de científicos, y por ello, su fundador es uno de los 72 nombres que aparecen en el friso de la torre Eiffel. Es fascinante ver cómo la vocación por la física fue pasando de generación en generación, alcanzando el más alto nivel con un Nobel entre ellos.
¿Conocías la historia de esta familia? A nosotros nos parece fascinante y por ello queríamos dejar constancia en nuestra página de esta historia generacional acompañada de grandes avances científicos.